Brassaï (1899-1984) fue el primero y sigue siendo el más famoso fotógrafo de la crónica de París. Nació en Hungría, y viajo en 1924 a la capital francesa, trabajando primero como periodista y luego como fotógrafo en la década de los 30 en París, donde caminaba por las calles de la ciudad por la noche.
Brassaï descubrió un mundo nunca antes visto y lo capturo en su cámara. Él nos muestra todas las caras y todas las facetas, desde chicos y coristas, a las prostitutas y los buscadores de placer, las cafeterías bulliciosas y salones de baile, también nos muestra la quietud de las calles desiertas y monumentos envueltos en niebla. A través de sus ojos, París se convierte en un mundo de sombras, donde la luz, el requisito previo para cualquier fotografía, se reduce a las ventanas con poca luz, farolas en la niebla, o reflexiones sobre un pavimento empapado por la lluvia.
Aunque firmemente arraigado en su tiempo y lugar, Brassaïs y su fotografía nocturna es, sin embargo atemporal en su atractivo. Llena de belleza, desolación y perspicacia, unas imágenes que le aseguran un lugar entre los más grandes fotógrafos del siglo XX.
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